05 abril 2008

¡Qué lindo Buenos Aires!

Desde que llegué hasta que me fui, estuve pensando en la esquinas de Buenos Aires. No es la primera vez. Cada vez que estoy acá, me llaman considerablemente la atención las esquinas porteñas, y no importa por donde vayas: Corrientes, Callao, Córdoba, Santa Fe, Lavalle, Avenida de Mayo…, en cada esquina, hay un bar, cafetería o restaurante. He llegado a creer que debe existir algún decreto ley que lo regule, y que diga expresamente que “cada esquina bonaerense debe ser habilitada en uso exclusivo para bar, cafetería o restaurante”. Y si no fuera así, debe tratarse de esas leyes de la calle que a veces –y muchas veces- se cumplen más minuciosamente que aquellas aprobadas en el congreso y en el senado. Me gustan muchos las esquinas de esta ciudad, que tienen su propia función social: convierten en un placer algo tan insípido como cruzar las calles.
Buenos Aires, con sus esquinas –menuda obsesión la mía- y sus manzanas cuadradas –sus cuadras-, está tan linda como siempre. Qué linda sus vidrieras cuando puedes disfrutarlas desde a dentro… Qué linda sus plazas cuando no tienes que dormir en ellas,,, Qué lindo ojear Clarín ó Página12 cuando no sufres sus titulares… Qué lindo pasear cuando no tienes prisas… Qué lindo tomar un cafecito cuando no tienes que servirlo… Qué lindo caminar cuando hay atascos… Qué lindo sus librerías cuando tienes tiempo para leer… Qué lindo comer carne cuando no eres el parrillero… Qué lindo sus personajes cuando no tienes que aguantarlos… Qué lindo su movimiento cuando estás parado… Qué lindo sus kioscos cuando no eres el kiosquero … Que lindo su ritmo cuando tu tienes el tuyo… ¡Que linda que sos, Buenos Aires!

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Buenos Aires es eso Alfredo, una ciudad donde los cafès se han instituidos para decorar el tiempo, para dejarnos tentar y nuncar regresar a casa, para rociar todo este orbe de largas discusiones y porque no para encapricharnos con garabatear proyectos, viajes, encuentros y letras. Buenos Aires, a veces es la "base" de encuentro de amigos lejanos, el punto màs al sur del mundo donde la vida palpita a la manera de los confines de la tierra. "Estamos en el culo del mundo" con el ùnico aliciente que despuès de los conflictos con el campo volvimos a nuestros tìpicas gastronomìas, volvimos a un mundo donde ya no se habla de soja.
Por ùltimo, aqui no hay bares sin amigos, parrillas sin comensales, canillitas sin lectores, letras sin amores...y aunque esta ciudad a veces es cruel en ella resisten sus calles, sus bares, sus restaurantes, sus pasiones polìticas. Y de alguna manera tambièn resistimos nosotros buscando las palabras pendientes perdidas en esta ciudad y asì nos perdemos, y asì esperamos en esta Ciudad.
Esteban

4:05 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Cada lugar tiene el encanto que cada uno puede descubrir en ellos...puede ser una gran prision...puede ser un gran jardin...
Pude ver que para algunos porteños... Buenos Aires es una droga...una sustancia que portencia o calma su propia adiccion...

Cada uno con lo suyo...que el que pueda y quiera disfrutarlo: lo haga.

Yo.

6:27 p. m.  

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